La crisis global ocasionada por el COVID-19 ha provocado uno de los mayores impactos económicos de las últimas décadas. La emergencia sanitaria generó un parón económico y social tanto en Barcelona como en el resto del territorio, provocando afectaciones en el desarrollo de la mayoría de sectores.
Ahora, se prevé un escenario de incertidumbre en toda la economía que afectará al mundo inmobiliario.
Hoy en día es difícil aún cuantificar los efectos de la crisis en el sector inmobiliario pero es evidente que la incertidumbre, la situación económica y el distanciamiento social han sido factores de impacto en el sector. Como administradores de fincas en Barcelona, en este artículo analizaremos la forma en la que la pandemia del coronavirus ha afectado al sector de la vivienda.
En primer lugar se debe tener en cuenta que la compraventa de viviendas se ha paralizado en la mayoría de los casos y, las construcciones y formalizaciones de hipotecas, se han ralentizado significativamente.
La situación actual ha generado muchos cambios en la sociedad y en la tendencia de las demandas inmobiliarias. A continuación, presentamos 4 aspectos que muestra cómo ha afectado el COVID-19 al mercado inmobiliario.
Mercados de inversiones
Se espera un impacto negativo en las inversiones del sector inmobiliario.
Los inversores puede que decidan no invertir a causa de las dificultades económicas que atraviesa la sociedad. Esto influirá en la consecución de fondos para inversiones inmobiliarias, que se verán afectadas por la reducción de confianza de los inversores en la capacidad de recuperación de los flujos de efectivo.
En la recuperación será importante la confianza de los inversores y la recuperación del mercado para que las operaciones inmobiliarias vuelvan a la normalidad.
Residencial
El incremento del desempleo y por consecuencia, la bajada de ingresos de la mayoría de sectores pueden generar a la larga incumplimientos de pagos en las viviendas.
Por otro lado, las aseguradoras de cánones de renta de inmuebles residenciales se pueden enfrentar a problemas financieros a corto plazo.
Es probable que, a causa de lo descrito anteriormente, los consumidores prefieran residencias más austeras y prácticas, con espacios de trabajo confortables, conexión estable a la red y bien conectadas con una red de transporte al alcance.
Retail
El incremento de riesgo de cierre de locales comerciales, concretamente aquellos que no cubran necesidades básicas, impactará en las rentas de los propietarios de esos inmuebles. Los consumidores deberán retomar los hábitos de consumo.
A la larga, al evitar zonas de alto tráfico y alta concentración de personas, han aumentado las entregas de comida a domicilio, o el comercio electrónico, cuya fortaleza proviene de los abastecimientos y los proveedores para sostener los negocios.
Hay que remarcar que las ventas de supermercados han sido las más incrementadas en estos últimos meses.
Hostelería
Uno de los sectores más golpeados por el COVID-19. Propietarios, operadores y marcas, se enfrentan a la falta de demanda e incertidumbre.
La cancelación o prórroga de eventos y conferencias a nivel global, han hecho que haya una reducción significativa en la demanda de hoteles. Los inmuebles de alquiler para el turismo disminuirán su rentabilidad.
A largo plazo, el sector se podría recuperar a través de demandas domésticas y turismo local, aunque nadie se atreve a predecir la tendencia que se acerca.
El impacto del COVID-19 en el sector inmobiliario es aún incierto, pero podemos visualizar un cambio en el comportamiento de los consumidores y la reducción del valor de muchos activos inmobiliarios que están en el mercado.
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