El momento de incertidumbre en el que nos encontramos a causa de la pandemia nos lleva a plantearnos seriamente el hecho de poder adquirir un inmueble. Son muchas las personas que no se atreven a dar ese paso a causa de la crisis económica, sanitaria y social que vivimos a día de hoy. 

Es humano planteárselo si puede romper tu estabilidad o si no tienes la posibilidad de hacer una previsión a largo plazo. Para poder ayudarte en esa difícil decisión, el equipo de Fincas Olivares, expertos asesores inmobiliarios en Barcelona, te muestra algunas claves para estar más seguro/a y tomar una decisión sólida. 

En 2019 se alcanzaron los 35.000 millones de euros en inversión inmobiliaria. Parecía que 2020 podía ser otro año de bonanza para mantener esa progresión en el sector.

Sin embargo, la crisis del coronavirus y la declaración del estado de alarma el 15 de marzo de 2020, provocó otra crisis financiera justo cuando estábamos recuperándonos de la que sufrimos en 2008, desatada por el colapso de la burbuja inmobiliaria. 

La inversión inmobiliaria se desplomó en un 75% en comparación con marzo de 2019, pero los precios bajaron hasta un 4,9% por primera vez en cuatro años, según el Instituto Nacional de Estadística (INE). Naturalmente, esto es un dato alentador para aquellas personas que están estudiando comprar una vivienda. 

Dada la situación surgen algunas dudas: ¿En qué tipo de inmuebles ha bajado más el precio? ¿Qué alternativas tengo? 

La caída de precios no afecta de la misma manera a todas las localidades. Son las grandes capitales españolas las que están sufriendo más: Madrid, Barcelona, Sevilla, Málaga, Valencia, Zaragoza…incluso en los distritos donde el metro cuadrado está más cotizado.

Esta situación ha llevado a las entidades financieras a agilizar los trámites para cerrar operaciones y a reducir el tipo de interés. La incertidumbre sobre cuándo se acabará la pandemia es cada vez más elevada, ni siquiera la llegada de la vacuna ha frenado el índice de contagios. Por tanto, asegurarse la hipoteca ahora que están baratas puede ser una buena opción.

Un nuevo confinamiento, el aumento de la tasa de paro y consecuentemente un mayor número de cuota de morosidad, podría reducir el acceso a las hipotecas.

La pandemia no ha afectado solo al precio de la vivienda o al porcentaje de interés que aplican las entidades bancarias, sino también a las preferencias de los compradores. El teletrabajo ha provocado que los ciudadanos busquen viviendas con más espacio, próximo a zonas verdes donde poder disfrutar del tiempo libre, en localidades alejadas de las grandes urbes o incluso en entornos rurales. 

Esta tendencia está justificada por los bajos precios que podemos hallar en estas zonas y por el coste del Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI), que es más económico. 

Otro factor necesario a tener en cuenta a la hora de tomar la decisión de adquirir un inmueble es apostar por una hipoteca a tipo fijo o variable. Si tu previsión económica permite soportar un aumento del tipo de interés sin sufrir consecuencias considerables, puedes apostar por una variable. Por contra, si prefieres evitar contratiempos y garantizar tu tranquilidad, puedes apostar por una hipoteca fija y mantener tu cuadro de amortización, donde podrás ver con antelación todos los pagos que tendrás que ejecutar detalladamente. 

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