Las viviendas de alquiler turístico no están exentas de problemas, principalmente en lo que a vecinos se refiere. Hoy en día existen plataformas populares como Airbnb o Vrbo que ofrecen opciones de alojamiento flexibles para los turistas, a menudo a precios más competitivos que los hoteles tradicionales. Normalmente, dando la posibilidad de alquilar habitaciones o incluso la vivienda entera.
Sin embargo, esta modalidad de hospedaje no convence a todos. A quien no gusta mucho es a los propios vecinos de la comunidad, quienes tienen que lidiar todos los días con distintos turistas, horarios nocturnos y a veces fiestas. A continuación analizamos los principales problemas que pueden surgir con los vecinos.
Problemas más frecuentes con los vecinos en el caso de vivienda de alquiler turístico
Los problemas con los vecinos de un alquiler turístico pueden variar desde molestias menores hasta conflictos serios, lo que puede terminar por afectar a la propia calidad de vida de los residentes.
Estos son algunos de los problemas comunes:
- Ruido excesivo: uno de los problemas más frecuentes al que se exponen los vecinos en una comunidad con pisos turísticos es el ruido generado por los huéspedes. Las fiestas, la música alta y las actividades nocturnas pueden afectar al descanso normal de los vecinos, haciendo que duerman peor o que no disfruten de la tranquilidad que tenían antes.
- Preocupación por la seguridad: la alta rotación de huéspedes puede llevar a que los vecinos se cuestionen la inseguridad de esta modalidad de alquiler. Al alquilar la vivienda a cualquier persona desconocida y por días, no siempre está claro quién entra y sale del edificio, por lo que los vecinos ven cómo su edificio se convierte en un lugar de tránsito constante y puede afectar a sus hábitos. Por ejemplo, si antes el repartidor de Amazon le dejaba un paquete en el felpudo, ahora pueden evitarlo por miedo a que el paquete desaparezca.
- Desgaste más rápido de las áreas comunes: los alquileres turísticos pueden causar un desgaste más rápido de las áreas comunes, como de los pasillos, de los edificios o de otras áreas comunes como puede ser el uso de la piscina. Además, al no ser propietarios, puede que no lo cuiden igual, lo que puede ser visto como un problema para los vecinos.
- Disminuye la sensación de vivir en comunidad: al alquilar la vivienda a personas diferentes cada día puede provocar que algunos vecinos se sientan incómodos, dando la sensación que viven con otros desconocidos, no tanto en comunidad como era antiguamente.
¿Cómo tener un piso turístico y a la vez evitar estos conflictos?
Si el propietario de los pisos turísticos pone de su parte puede tratar de evitar todos estos conflictos. Para ello, se deben establecer reglas claras para los huéspedes, incluyendo limitaciones de ruido, horarios para fiestas y normas sobre el uso de áreas comunes. Por ejemplo, no hacer ruido después de las 22:00 de la noche, no tirar basura en el rellano, etc.
También es importante implementar sistemas de seguridad como códigos de acceso para poder monitorizar quién entra y sale del edificio.
En cualquier caso, es importante que exista el diálogo y que ambas partes se comuniquen entre ellas, para evitar problemas y que lo lleven bien. Al fin y al cabo, si los huéspedes se comportan con respeto, como unos propietarios más, no debería haber problema.
Además, en algunas ciudades existen regulaciones específicas para los alquileres turísticos. Por lo que en el caso de no llegar a nada mediante el diálogo se puede intervenir para que se respeten los derechos de los vecinos.
¿Qué opinas sobre la vivienda de uso turístico? ¿Crees que estos problemas se pueden evitar fácilmente? Si necesitas asesoramiento acerca del alquiler turístico, ponte en contacto con Fincas Olivares y te ayudaremos.